Oigan, escuché acerca de “amarres enterrados” donde supuestamente entierras fotos o algo así. Me dijeron que es muy poderoso, pero me suena un poco tétrico. ¿Alguien sabe si realmente funciona?
Regreso para contarles que, después de 22 días de trabajar con Mariano en un amarre enterrado, mi pareja cambió totalmente. Antes, me ignoraba y decia que ya no sentía nada. Sin embargo, al cabo de una semana, noté que volvió a buscarme, e incluso admitió extrañarme. Me sorprendió la fuerza de este ritual, porque no sentí nada siniestro: solo la reactivación de sus sentimientos. Con el paso de los días, fortalecimos nuestra comunicación y acabó pidiéndome perdón por su frialdad. Fue una experiencia que me devolvió la ilusión de seguir con él. Pensé que lo había perdido para siempre, pero este amarre nos dio una segunda oportunidad. ¡Qué alivio haber confiado y no quedarme en la duda!